Aristóteles decía que la metáfora (del griego metá o metastas ? allá, después deö y phorein, {u0873}ar, llevarö) es la forma más inteligente de reflexión, el acto de nombrar algo con el nombre de otra cosa.A través de las historias cortas, en Érase una vez, se transmite cómo el día a dia de los directivos está condicionado por su parte más social, humana y a veces, son fruto de patrones de comportamiento simples, que ni ellos mismos perciben.Vivimos en una cultura en la que nos enseñan, desde nuestra infancia, a pensar de forma lógica-racional, en la familia, en la escuela, en el trabajo. De hecho, "lo que dices no es lógico" se ha convertido en un insulto. Por ello, cuando tenemos un problema intentamos abordarlo de la forma más "racional" posible.Aunque emociones y procesos inconscientes afecten nuestras decisiones, nosotros intentamos afrontarlos racionalmente.Los directivos a veces también se equivocan, y tienen dudas y detrás de esa apariencia dura y directa, no dejan de ser personas, que hacen un tipo de trabajo con sus particularidades, como tantos otros. Dirigen.