Desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, en la sociología se han ido sucediendo sin descanso conceptos y argumentos que conforman su corpus teórico, en el que hay que incluir desde el funcionalismo de Parsons de los años 40 del siglo XX a la actual teoría de las cadenas rituales de interacción de Randall Collins. A este bagaje propio hay que añadir las ideas que se han importado de otras disciplinas como la economía, en el caso de la teoría de la elección racional, o los estudios culturales y literarios, en el caso del posmodernismo. El precipitado de este conjunto heterogéneo y plural de ideas y enfoques es la teoría de la sociología contemporánea. Con este libro el autor pretende hacer un balance crítico de este campo, a partir del diagnóstico de una serie de problemas, pues hablamos de enfoques en la mayor parte de los casos autistas, sin diálogo con otras corrientes, y abstractos, desconectados de la investigación empírica. Para poner un poco de orden en medio del desconcierto generalizado que produce esta situación, se identifican tres géneros: la teoría sociológica, el pensamiento crítico-social y los análisis de la sociedad contemporánea, profundizándose en los argumentos más importantes. Cada uno debe evaluarse con criterios distintos, aunque sin renunciar a un mínimo común denominador que debe orientar cualquier discurso: la referencia a la realidad, el compromiso práctico, etc.