Este libro reconstruye el flujo de la migración ecuatoriana hacia España e Italia entre 1995 y 2007 a través de historias de vida. El tema central es el análisis de la subjetividad de los migrantes y sus familias en el marco de las redes de desplazamiento que constituyen y de las dimensiones de clase, género y etnicidad. Con este propósito la autora apela al uso de fuentes orales para documentar las emociones y percepciones personales que regularmente no se registran en los documentos de carácter público o institucional. Así analiza las interpretaciones que los entrevistados elaboran sobre sus trayectorias personales.

Esta obra explora la forma que asume la identidad nacional ecuatoriana a través de la diáspora, a la luz de las tensiones que emergen en este proceso. En las entrevistas se privilegia un acercamiento a las mujeres, quienes cumplen el papel de cabeza de puente de la cadena migratoria ecuatoriana, impulsada como consecuencia de la crisis económica de 1999.