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Cuando hablamos, tratamos y trabajamos en la orientación educativa y, en general en educación, hablamos de la vida. No solo de los contenidos y los currículos, sino de los aprendizajes y vivencias que van configurando la forma de pensar, ser y actuar de nuestros educandos. En ese sentido, también nos va ajustando a nosotros mismos porque la vida y el aprendizaje son significaciones fluidas y cambiantes. No podemos obviar que no hay educación sin aprendizaje y el aprendizaje verdadero debe implicar el bienestar y desarrollo máximo de las posibilidades de cada educando, y tanto él como el educador aprendemos en esa interacción. Por ello hablar de diversidad, de inclusión, de conflictos, de dificultades, de situaciones nuevas a las que enfrentarnos los orientadores, el profesorado, el alumnado y las familias, es algo cotidiano que forma parte de nuestra profesión y del ejercicio de vivir. Este año 2020 ha sido un año complejo y difícil que nos ha traído una experiencia nunca vivida y situaciones que escapan a nuestro control personal. Afectan a todos los ámbitos sociales: sanidad, educación, economía, sociabilización, etc., y nos enfrenta a grandes retos; desde el más íntimo con nosotros mismos al más solidario con los demás; y desde el replanteamiento de nuestra actividad profesional al de todo el engranaje educativo y orientador. Esta obra que surge a partir del Encuentro Estatal de Orientación realizado, virtualmente en Logroño, por la Universidad de La Rioja y la Asociación de Profesionales de La Orientación de La Rioja (APOLAR), pretende reflejar tanto investigaciones y experiencias llevadas a cabo antes y después de la llegada del COVID-19, como la opinión de expertos profesionales de la educación y la orientación en diversas áreas y en aspectos relevantes del desarrollo personal, social y escolar. Encontraremos una mirada ajustada a la realidad que vivimos sobre temas acuciantes como la prevención y tratamiento de conductas suicidas; convivencia; igualdad de género; identidad sexual; relaciones intergeneracionales abuelos- nietos y la importancia de incluir a los abuelos en la educación que ejerce la familia; las necesidades y retos de la orientación educativa en estos momentos. Así mismo, se dedica un capítulo recopilatorio de materiales e infografías que han sido elaboradas en nuestra Comunidad Autónoma de La Rioja en el inicio de la pandemia para apoyo de profesorado y familias, puesto que la orientación se dirige a toda la comunidad educativa y es imprescindible contar con ellas y trabajar juntos, en la mayor medida posible. La orientación en la mejora del desarrollo y bienestar personal pone de manifiesto que los centros educativos y la universidad pueden y deben caminar unidos y retroalimentarse mutuamente, de modo que sus acciones induzcan a investigaciones y enriquezcan por igual la teoría y la praxis educativa. Estamos viviendo, como hemos dicho al principio, tiempos convulsos que necesitan de otra mirada a la educación y a la orientación, de otros recursos, y de un esfuerzo mayor por tejer redes presenciales y virtuales de colaboración conjunta en todos los niveles educativos –desde la universidad a la educación infantil– y con la implicación de profesorado, alumnado y familias, porque vivir es un continuo cambio y cuanto más difíciles son las situaciones mayor debe ser el esfuerzo individual y colectivo, y más notorio resultará el crecimiento personal. Así nos lo recuerdan las palabras del escritor japonés Haruki Murakami: "Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si la tormenta ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso trata esta tormenta"