Akhere ha narrado leyéndose la piel y reconociéndose en la memoria colectiva de las que viajaron antes cruzando África. A trazo de cuchilla y puntada de hilo de cuerda de embarcaciones naufragadas o llegadas a nuestras costas estos relatos han tomado forma en las distintas ilustraciones que presentamos. El objetivo ha sido formar parte de la necesaria construcción de contra-narrativas que reclamen la no-repetición, la necesidad de construir mundo sin cuerpos violentados, sin humanidad esclavizada, sin jóvenes mujeres que digan "a mi me vendieron dos veces en el camino". Los retales narrativos fueron soñados y tomaron forma de 10+1 huellas al romper Akhere el silencio que se le había impuesto porque si estás o has estado vinculada a la trata de personas "tu no tienes nada que decir"