La memoria de las piedras : anticuarios, arqueólogos y coleccionistas de antigüedades en la España de los Austrias / Miguel Morán Turina
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TextoSeries ConfluenciasDetalles de publicación: Madrid : Centro de Estudios Europa Hispánica, 2010 Descripción: 451 p. : il. col. y n., mapas ; 25 cmISBN: 978-84-936060-7-7Tema(s): Arte -- España | Arte romano -- España | Coleccionistas y colecciones -- España -- Historia | España -- Restos arqueológicosResumen: La Canción a las ruinas de Itálica es la expresión más conocida del dolor con el que eruditos y amantes de las antigüedades asistían a la vertiginosa desaparición de los monumentos romanos que quedaban en pie, víctimas del abandono y la ignorancia de quienes no veían en ellos más que una cómoda cantera. Impotentes para detener aquella ruina, trataron de salvar lo que pudieron, conscientes de que en ±la memoria de las piedras» estaban las respuestas a muchas cuestiones que les preocupaban: la geografía real de la España antigua, la antigüedad de sus ciudades y linajes, el origen de su lengua y de sus instituciones, la historia de sus mártires y los avatares de la primera predicación apostólica. Fueron estos filólogos, historiadores, coleccionistas y anticuarios diletantes (Antonio de Nebrija, Ambrosio de Morales, Rodrigo Caro y el conde de Guimerá en España, Antonio Agustín y Alfonso Chacón en Roma) quienes pusieron las primeras piedras de la arqueología española, antes de que se profesionalizara en el siglo XVIII.
| Tipo de ítem | Biblioteca de origen | Signatura | URL | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | Reserva de ítems |
|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Monografías | 06. BIBLIOTECA HUMANIDADES | 904(460)/MOR/mem (Navegar estantería(Abre debajo)) | Texto completo | Disponible Ubicación en estantería | Bibliomaps® | 3742594879 |
Incluye referencias bibliográficas : ( p. 377-436 ) e Índice
La Canción a las ruinas de Itálica es la expresión más conocida del dolor con el que eruditos y amantes de las antigüedades asistían a la vertiginosa desaparición de los monumentos romanos que quedaban en pie, víctimas del abandono y la ignorancia de quienes no veían en ellos más que una cómoda cantera. Impotentes para detener aquella ruina, trataron de salvar lo que pudieron, conscientes de que en ±la memoria de las piedras» estaban las respuestas a muchas cuestiones que les preocupaban: la geografía real de la España antigua, la antigüedad de sus ciudades y linajes, el origen de su lengua y de sus instituciones, la historia de sus mártires y los avatares de la primera predicación apostólica. Fueron estos filólogos, historiadores, coleccionistas y anticuarios diletantes (Antonio de Nebrija, Ambrosio de Morales, Rodrigo Caro y el conde de Guimerá en España, Antonio Agustín y Alfonso Chacón en Roma) quienes pusieron las primeras piedras de la arqueología española, antes de que se profesionalizara en el siglo XVIII.
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