En esta obra se muestra cómo la España neutral, periférica y marítima, se convirtió en un escenario más de la Gran Guerra que mantuvieron los aliados frente a las potencias centrales. Estaban en juego el comercio y las comunicaciones entre el Atlántico y el Mediterráneo. Pero a partir de un planteamiento defensivo frente al espionaje y al sabotaje alemán en el Estrecho de Gibraltar, los objetivos de Francia y Gran Bretaña sobre el terreno se hicieron más ambiciosos. Basándose en el análisis de las operaciones sostenidas por la representación consular y los servicios secretos aliados, entre otros actores, presenta una contribución a la historiografía internacional sobre la Primera Guerra Mundial, revisa la neutralidad española e incorpora enfoques y factores de estudio prácticamente inéditos sobre un amplio repertorio de fuentes británicas, francesas, italianas y españolas.