La responsabilidad política es una piedra angular de la democracia moderna: la dirige el sistema político hacia el interés público y permite el ejercicio de los principios de autonomía y libre determinación que se encuentran en el núcleo de la política democrática. Lamentablemente, las democracias existentes, con sus grandes burocracias centralizadas, han evolucionado de forma que progresivamente socavan la capacidad de los ciudadanos para mantener a sus representantes políticos responsables y los regímenes. Lejos de revertir esta tendencia, las reformas neoliberales introducidas desde la década de 1980 han aumentado la brecha de rendición de cuentas. La globalización y el "gobierno" han agravado aún más el problema. La noción de rendición de cuentas que sobrevive a estos cambios es una forma problemática de la auditoría llevada a cabo por una constelación de organismos paraestatales, organismos autónomos y las organizaciones no gubernamentales cuya propia rendición de cuentas es problemática. Este volumen recoge las principales aportaciones a los debates actuales sobre la responsabilidad política. Explorando los desafíos convenciones tradicionales de cara a la rendición de cuentas en el nivel nacional, transnacional e internacional indicando las soluciones específicas a esos desafíos