Rafael de León y Primo de Rivera, casado con María de las Cuevas Pickman, nieta del fundador de La Cartuja de Sevilla, vivía de los préstamos que le proporcionaba un amigo: el capitán de la guardia civil Vicente Paredes Maroto. Un buen día un anónimo advirtió a Rafael de que el capitán pretendía a la marquesa. Preso de cólera, buscó al militar, le halló en un teatro y sin mediar palabra le derribó de un tortazo. Poco después, acordaron un duelo a muerte. Se celebró el 9 de octubre de 1904. El marqués murió y la tragedia conmocionó a la ciudad; al día siguiente miles de personas salieron a la calle para enterrar a Pickman. Más cuando llegó el ataúd a la entrada del camposanto, el capellán cerró el paso. La Iglesia excomulgaba a los duelistas.